domingo, 16 de diciembre de 2007

Resumen de una conversación con un extraño


Risas que cada tarde compartiamos con los demás en el salón llegaron a nuestras manos aquella noche; pero estabamos soló tu y yo.
Un tierno abrazo se apoderaba del lugar mientras nuestros cuerpos se transformaban en seres desconocidos que nunca habian compartido una habitación.
El calor que nuestros rostros que habian sentido muchas veces al ser rosadas ya no era la misma; nos convertimos en dos personas extrañas que a travez de un juego de labios trataban de conocerse.
Las llamas en tus manos aumentaba su calor; mi mente no dejaba que esta adrenalina se apoderara de mi cuerpo, teniendo una lucha constante entre la razón y la sensación; tus manos hacian que volara más alto cada segundo, sientiendo entre mis piernas viajar esas microscopicas aves que trataban de escapar por mis labios.
Era inevitable no dejarme llevar, pero las voces del salón me hacian volver a la realidad.
Ya, dejando de lado esos seres extraños, volvemos hacer los mismos; vuelven las risas y los brindis amistosos que en un principio nos trasladó a un mundo que soló eramos tu y yo.....

sábado, 17 de noviembre de 2007


Han pasado cinco años o tal vez más; en este bosque sólo quedan fotografías en mi mente de la que fui. Una niña que jugaba entre los jardines y corredores del palacio, con las manos escondidas en su brillante vestido, mientras pequeñas huellas de barro del bosque lo decoraban esperando un reclamo. Entre luces y risas se encontraban mis ojos cada noche; bellas danzas veía en el gran salón, aromas frescos de frutas (manzanas, frutillas, duraznos) y música con dulces melodías que aún me acompañan en esta soledad. Cada noche al mirar la luna, se vienen a mi mente aquellos sonidos y en la laguna que decora este enorme jardín, veo la forma de las personas bailando bajo las estrellas. Bellos recuerdos que ahora no son nada; sentimientos perdidos, rostros de personas que alguna vez fueron importantes para mí, extraña nostalgia al escuchar el piano en el teatro del cercano castillo, y la suave voz que repite mi nombre al caminar junto a las hadas, es lo que me acompaña para recordar lo que fui; sólo un nombre, una palabra, que al decirla, me abraza y me recuerda quién soy: es la que une mis dos vidas. Lágrimas sin sentimientos, sin un sol que me acompañe.
Desde mi último juego en el gran bosque, mi vida anterior fue borrada, mientras mi sangre corría entre los labios de Alice; sólo el brillo de sus ojos da luz a mis oscuros días. Ya no queda nada en mí alrededor, sólo recuerdos entre las noches.
Mientras mi cuerpo, aún joven, lleva décadas de experiencias, luchas, lágrimas y soledad. Seguiré esperando, entonces, y recordando aquel nombre, Mahila, que me lleva a buscar cual es mi nuevo sentido para vivir, para seguir en pie; mientras mis colmillos luchan por un poco más de ese jugo rojo que se convirtió en su preferido.

sábado, 20 de octubre de 2007

sábado, 6 de octubre de 2007

Juegos en una noche de verano.


Hace calor, las vacaciones llegaron y se vendrán dos meses de juegos y risas.
Mamá dice que tengo que esperar que el sol baje un poco más, ya que hace mucho calor y me hará mal; pero las mariposas que juegan en mi estómago y las energías que quieren salir de una vez, no me dejan estar tranquila en mi casa.
Tengo dos hermanos mayores, pero no están en este momento, sus asuntos sociales y laborales los tienen ocupado; sólo me queda esperar mientras la aburrida televisión me distrae con sus temas enredados y telenovelas cursis.
Llegó el atardecer y las voces de niños en el jardín, que me espera, se comienzan a escuchar.
¿Qué hora es? ¿El sol ya bajó? Escucho mi nombre, y el sonido del timbre suena y suena y nadie va a ver.
Mis ojos brillantes y mi felicidad que se liberaba en aquel lugar, escuchan un "¿quieres ir al jardín y jugar con nosotros?" y mis pies corrieron junto a estos niños entre los gigantes árboles que nos esperaban cada tarde.
Mis hermanos que yo adoptaba cada verano, era mi alegría para despertar cada mañana; amigos inseparables.
En cada aventura entre los árboles era la historia más mágica que podríamos a ver podido vivir. La imaginación era nuestra madre, mientras la luna nos observaba con ternura.
Los nervios de estar atrás de un árbol, mientras todo se escondían, eran los mismos cada día, sin perder el encanto y los escalofriantes pensamientos de susto que sentía mientras alguien buscaba.
Cantos y bailes eran los dueños de las noches de verano en aquel jardìn encantado.
Los juegos nos unían; eras uno solo, un niño gigante que solo quería jugar.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Carta a mi padre.



Hola:
Estoy En el lugar donde muchas veces me escondí, en el jardín donde mis sueños más deseados salieron a través de mis lágrimas; y ahora estoy aquí para escribir esta carta que tendrá lo que nunca te dije, lo que en verdad sentí y pensé de ti.
Será difícil acostumbrarse a estar sin ti. Quizás lloraré por mucho tiempo o tal vez me rendiré pronto y dejaré que el pasado sea sólo un recuerdo.
Desde muy corta edad, te vi como un ser superior, una persona perfecta, un ejemplo para imitar. Siempre buscaba algo para no provocar tu enojo, en una simple tarea para la escuela o en un favor que me pediste; pero cada vez que mostraba mis lágrimas ante ti, era un símbolo de que no podía hacer nada más para agradarte y todo mi esfuerzo no había servido de nada.
Pero cada vez te conocía mejor, aprendía lo que te gustaba, lo que te hacía feliz y qué cosas florecían en tu ser sensible oculto en toda esa perfección. Mis hermanos se "avergonzaban
" de ti cuando hacías lo que te gustaba hacer; bailar o cualquier actividad que se realizara públicamente, pero sintiendo lo mismo que ellos, yo te dejaba hacerlo, te dejaba ser feliz, con el consuelo de que algún día tu lo harías por mí.
Fui muchas veces muy fría contigo y mi madre, sabía que esto no les agradaba, pero con un beso en la frete y un tierno te quiero, que muchas veces salieron de mi boca, hacía que el sol entrara nuevamente a nuestro hogar.
Junto con mi madre mantuviste a nuestra familia unida, a que las risas de mis sobrinos se escucharan en cada rincón de nuestra casa. Supiste superar muchos problemas buscando nuevas salidas; y algo muy importante, nunca soltaste la mano de mi madre.
Nunca pude ser perfecta como tú, aunque intentaras mil veces cambiar mis pensamientos y mis actitudes; una perfecta tarea, una sabiduría amplia, una rutina marcada por la puntualidad, entre otras cosas. Pero yo sé que me quisiste tal como era, con mis gritos, con mis dibujos y
mi música extraña.
Padre, por mucho tiempo serás recordado como una persona muy colaboradora, alegre y sociable; yo te recordaré como la persona perfecta que nunca logré imitar. Gracias por todo, por lo que me enseñaste y por lo que aprendí a través de tus actitudes.
Te quiero mucho.
Se despide, con un hasta pronto; tu hija.


sábado, 8 de septiembre de 2007

Niños mañosos para comer.


"Niños mañosos para comer tienen problemas de socialización".
La Tercera.
8 de septiembre de 2007.




A través de los años es común ver a un niño que al llegar la hora del almuerzo genera un atmósfera desagradable y un conflicto con sus padres, y esto es sólo por lo que va a comer.

Se dice que este comportamiento se acaba con los años, pero qué sucede si esto no es así. Muchos dirían que es culpa de los padres de quellos niños, pero a través de estudios se ha llegado a que este patrón es fuertemente genetico.
Se dice que aquellos niños que son selectivos con lo que comen son más tímidos, comparado con los que saben comer de todo, estos son más seguros y tienden a aceptar con calma los cambios.

Este aprendizaje debe llegar gracias a un acuerdo de los padres y sus hijos; ya sea diciéndole diez veces que coma, ya que el niño terminara aceptando esta situación y con esto se acostumbrará a comer lo que al principio no le gustaba. Las clásicas amenzas que comúnmente se oye entre los padre; "llamaré al viejo del saco", "si no comes no habrá postre",no sirve, sólo logra que el pequeño se frustre y rechace con más fuerza estos alimentos.

Los integrantes de la mesa, deben dar el ejemplo comiendo varias cosas, formar un ambiente agradable y comer todos juntos, sin que el niño coma solo. Dejar de lado las paletas de premio, entre otras cosas; acostumbran al pequeño aprender de lo nuevo.

Esta situación no es solo una simple maña, sino una forma de averiguar cómo son y cómo se comportarán en el futuro; pero con colaboración se puede mejorar esta pequeña costumbre.

sábado, 18 de agosto de 2007

Un Largo viaje.

Cuando comencé mi última etapa escolar, me habían dicho que se vendrían grandes cosas, conocería a gente nueva, situaciones diferentes a la que estaba acostumbrada y los recuerdos de todo ese periodo serían inolvidables.
Mi largo viaje comenzó al salir de mi casa, mis miedos y mi adrenalina me acompañaron en el frío bus donde las palabras no existían y las miradas eras las que mandaban es el trayecto. Los nervios aumentaban más a medida que me acercaba al objetivo. Mi sonrisa no quería desaparecer, mientras el cálido sol indicaba que sería un día caluroso.
Al llegar al nuevo colegio, donde las miradas de los estudiantes mayores me cohibían con solo mostrarme una mueca, comprendí que esto sería así, que todo cambiaría, aunque mi cuerpo con miedo tratara de alejarse lo más rápido de aquel lugar.
Las risas y gritos eran los dueños de aquella mañana; mientras mi paso tímido y solitario iba hacía la sala de clases; donde me esperaba cuatro largos años de alegrías y llantos.
Antes de comenzar mí eterno viaje hacia la acogedora sala, un rostro conocido se acercó a mí; una niña, que con un saludo amigable y un acogedora bienvenida, me mostró que mi primer día de clases no sería malo y todo volvería a parecerse a los viejos tiempos.